Detrás de cada pileta hay momentos en familia, juegos de chicos, reuniones con amigos y veranos inolvidables. En Nordelta nació una empresa que entendió ese valor emocional y se especializó en algo tan puntual como esencial: encontrar las fugas que otros no ven y cuidar lo que muchos ya daban por perdido.
Se trata de Pool-Detect, una compañía creada por Maximiliano Laise que lleva más de cinco años dedicada exclusivamente a la detección de fugas en piletas. El diferencial es claro: detectan con precisión el origen del problema sin romper nada, sin obras ni suposiciones. Y si no hay fuga, no se cobra.
Con base en Nordelta, Pool-Detect desarrolló un sistema propio de diagnóstico que utiliza sensores acústicos, trazadores de gas, cámaras subacuáticas y tintas especiales. La inspección tarda menos de tres horas y se documenta con fotos y videos para que cada cliente pueda ver con claridad el trabajo realizado.
“Cuando alguien nos llama, no busca solo una solución técnica, sino también alguien que le devuelva la tranquilidad de disfrutar su espacio sin preocupaciones”, explica Maximiliano Laise.
Más de 6.000 piscinas ya fueron inspeccionadas en Argentina, México, Estados Unidos y Costa Rica. Desde Nordelta, Pool-Detect apuesta a seguir creciendo con un modelo de franquicia internacional que lleva esta solución a otros países, pero manteniendo la misma calidad, compromiso y cercanía con la que empezó.
“Sabemos que aún queda mucho por hacer. Nuestro objetivo es llevar esta tecnología a cada rincón del planeta, cuidando historias. Porque detrás de cada piscina, hay personas. Y nosotros trabajamos para ellas”, concluyen.
