Agustín Dalla Cia, apasionado por el remo desde su infancia en Bariloche, lidera la escena náutica en Club Nordelta, y nos comparte su experiencia y los desafíos futuros en este enclave acuático.
Por: Nahuel Leto
En el corazón de Nordelta, la náutica es mucho más que un deporte: es una pasión arraigada en la identidad de la ciudad. Agustín Dalla Cia, coordinador náutico del Club Nordelta, trae consigo una historia de amor por el remo que se remonta a sus días en el Club Regatas de Bariloche. Desde entonces, su vida ha estado entrelazada con las aguas, primero en San Fernando y luego en el Tigre Boat Club.
Estudió el profesorado de educación física en el INEF de San Fernando y a los 21 años fue acompañante terapéutico de niños con discapacidad. Hoy, con 38 años, explica: “El deporte te cambia la vida. Y la actividad náutica es muy amigable y refuerza mucho la autoestima de los chicos. Requiere un trabajo de responsabilidad al disponer de un bote. Al poco tiempo que se comienza a practicar náutica vemos cambios importantes en las personas”.
Con una formación en educación física y experiencia como acompañante terapéutico, Agustín encuentra en el deporte náutico un vehículo para transformar vidas. En Club Nordelta, su rol como coordinador náutico lo lleva a trabajar en estrecha colaboración con la gerencia del club y el personal administrativo para ofrecer programas integrales que van más allá de la simple práctica deportiva.
Si hay un logro que cuidar es el éxito de la colonia de verano. “Yo quería que los chicos al irse de la colonia pudiesen decir que habían hecho mucho más que una actividad. Y de a poco lo logramos” explica Agustín. Se trata de una colonia que también está en invierno, y que tiene tres escuelas (de canotaje, remo y optimist/vela), que funcionan durante todo el año.
La comunidad de Nordelta es el epicentro de esta vibrante escena náutica, donde la colonia de verano se convierte en un punto de encuentro para cientos de niños ansiosos por explorar las aguas del lago. Pero la actividad no se detiene con el cambio de estación; programas durante todo el año, como escuelas de canotaje, remo y vela, mantienen vivo el espíritu náutico en cada temporada.
Sin embargo, junto con el éxito vienen los desafíos. Agustín habla sobre la importancia de mantener el sentido de pertenencia entre los socios del club y ampliar el concepto de membresía para abrazar a toda la comunidad.
“Los socios cuidan y quieren al club, y nosotros queremos cuidarlos a ellos y ampliar el concepto de socio. El trabajo en grupo y la coordinación y crecimiento de los vínculos con los profesores y la ciudad siempre es un desafío” revela Agustín.
En un entorno donde el club es más que un lugar de recreación, sino un hogar para muchos, el trabajo en equipo y la conexión con la ciudad son fundamentales para garantizar un futuro próspero y sostenible para la náutica en Nordelta.
