A días del tan ansiado regreso a clases, en un año lectivo diferente a cualquier otro habido antes, desde La Troncal conversamos con Darío Alvarez Klar, Fundador de Red Itínere de la que pertenecen 6 colegios de la Provincia de Buenos Aires y Fundador y Director ejecutivo de Asociación Civil HUB.
- ¿Qué nuevas perspectivas y aprendizajes consideran que ha aportado la pandemia en relación a la educación en la Argentina?
“Podría afirmar que una crisis de tal envergadura no dejó de incluir ciertas oportunidades como también dejó en evidencia grandes carencias y necesidades que conocíamos pero que a partir de esta situación se visibilizaron aún más.
Entre las perspectivas vinculadas con lo negativo o las carencias, hemos corroborado y re dimensionado la enorme brecha en cuanto a la educación que se vive en nuestro país. Desde la falta de garantía de escolarizarse para ciertos sectores, hasta la gran diferencia de accesibilidad que niñas, niños y jóvenes tienen de manera creciente. Esta dificultad no sólo se refiere a condiciones de hábitat, alimentación y salud como condiciones prioritarias que permitirán cursar la escolaridad, sino a otras que, “garantizadas” las anteriores, siguen siendo limitantes para el acceso al aprendizaje. Accesibilidad a medios y ofertas culturales, a un entorno que estimule y colabore con procesos de adquisición de aprendizajes y a partir de la pandemia, queda plasmada la imperiosa necesidad a herramientas tecnológicas y conectividad como puentes que aseguren educabilidad.
Como contracara de lo mencionado, la posibilidad de pensar la escolarización como un proceso que se inicia en la casa y sigue en la escuela pero que trasciende y complementa a ambas, también ha sido una gran alternativa puesta sobre la mesa durante 2020. La redefinición de roles complementarios, como la incorporación de procesos de enseñanza y aprendizaje dentro y fuera del aula y la posibilidad de establecer una “comunicación distinta” asegurando que exista un vínculo que atraviese las pantallas, también ha sido un hecho que vino para quedarse.
Tanto la creatividad de docentes y familias que no accedían a la tecnología, como aquellos contextos en que la tecnológica cobró significatividad, fueron respuestas a un escenario de emergencia. Debemos incorporarlos como procesos sostenidos de aquí en más como realidades que colaboran a producir hechos de aprendizaje”.
- ¿Cuáles creen que serán los obstáculos a sobrellevar en el presente ciclo lectivo?
“Algunos ya conocemos y podrían englobarse en el concepto de incertidumbre y otros los iremos descubriendo a medida que este contexto y pandemia desconocida – y sus consecuencias – avance. No sabemos la dimensión, las nuevas olas, la posibilidad de vacunarse de la población, los temores y limitaciones de docentes y familias, pero considero valioso ante tanta incertidumbre algunas acciones y actitudes que actúen como paliativo.
A nivel nacional, provincial, municipal e incluso a nivel de cada institución, se debe gestionar con datos certeros sobre el contexto que cada uno tiene, sus posibilidades y sus necesidades, en un marco de responsabilidad que dé respuesta a normativas y protocolos para poder combinarlo con autonomía y profesionalismo. También es preciso reforzar la confianza de unos con otros, tales como familias, instituciones, autoridades, profesionales y entidades públicas y privadas. Si actuamos combinando sentido común y haciendo primar el bien común, eso genera confianza en que nadie dice o hace en pos de un interés personal o mezquino”.
- ¿Cómo se preparan para el año lectivo 2021?
Las instituciones de la Red Educativa Itínere (ambas Sedes de Northfield School y Colegio del Faro) hemos trabajado mucho durante el 2020. Mientras asegurábamos accesibilidad y una educación significativa, sosteniendo el vínculo de comunidad, también diseñábamos la vuelta.
“Creímos siempre que durante el ciclo anterior había necesidad y condiciones para volver y por ello pusimos en acción procesos con nuestros equipos de expertos, convocamos a especialistas y también consolidamos los vínculos profesionales con entidades educativas, colegas con quienes compartimos asociaciones, amistad y espacios de pensamiento. Todo aquello nos permitió ensayar vueltas, herramientas y modelos.
Nos preparamos asegurando la salud de todos los miembros de nuestras instituciones, respetando los protocolos emanados del Consejo Federal de Educación y autoridades sanitarias. Sumamos las mejores estrategias para garantizar las experiencias de aprendizaje que son la base de nuestros proyectos educativos, combinando presencialidad y virtualidad, ya sea por la dimensión de burbujas como para considerar en ambos formatos a niñas, niños, jóvenes y adultos que no pueden transitar la presencialidad”.
- ¿Qué expectativas tienen para el ciclo lectivo 2021? ¿Con qué estrategias educativas consideran que pueden cumplirse dichas expectativas?
“Las expectativas están centradas en el sostenido incremento de la presencialidad y al mismo tiempo a seguir desarrollando propuestas educativas innovadoras y desafiantes que den respuesta a contextos educativos, sociales y laborales que nuestros alumnos deben, pueden o eligen transitar en la actualidad en un futuro cercano.
Otra de las expectativas a nivel macro tiene que ver con abocar esfuerzos, recursos humanos y materiales de los sistemas educativos nacional y provinciales a diagnosticar, acompañar, impulsar buenas prácticas y establecer puentes entre actores del sistema y otras entidades. Es decir, ir transformado una tarea administrativa burocrática exclusivamente a un modelo que garantice una educación como puente de desarrollo de país y con mayores condiciones para toda la ciudadanía. Que consolidemos a través de la educación un país más justo y que otorgue herramientas de desarrollo personal y colectivo con prácticas solidarias, responsables, comprometidas e innovadoras.
Esa actitud de innovación en educación nos define desde el nacimiento de nuestras instituciones, pero se sigue actualizando y desarrollando – innovación implica movimiento, reflexión y análisis permanente – y es por ello que luego del 2020, confirmamos cuánto valor tienen muchas prácticas que veníamos llevando a cabo y constituyeron una cultura institucional que facilitó el transcurso del 2020.
También estamos trabajando en “abrazar” e incorporar mucho de lo que aprendimos de nuestras prácticas y de otras instituciones de nuestro país y del exterior. Una de las estrategias que requieren estas circunstancias (y que también está en nuestro ADN) es el desarrollo profesional. Además de políticas institucionales en tal sentido, impulsamos fuertemente a que los profesionales que trabajan en la red -más allá de su trayectoria y experiencia en educación- nunca dejen de desafiarse y preocuparse por estar actualizados y pensar de qué manera se hace más significativa nuestra profesión, de aprender permanentemente durante toda la vida, en cualquier cargo y de manera colaborativa”.
Twitter: @daklar Linkedin: @DarioAlvarezKlar