Al momento de describir su casa, Alejandro Fantino siente un gran orgullo.
El periodista tiene la casa de sus sueños y está convencido de que será el lugar donde criará a los hijos que tenga con su pareja, la modelo Constanza Mosqueira.
Se trata de una construcción de estilo toscano, la cual busca emular el espíritu de la casa de sus abuelos paternos en San Vicente, Santa Fe. Pero lo cierto es que el estilo está muy lejos de las edificaciones en las que vivieron los inmigrantes italianos que llegaron a principios del siglo pasado.
Todo es lujo en esta impresionante mansión ubicada en el barrio El Golf de Nordelta.
El conductor de América y ESPN presentó esta imponente construcción en una entrevista concedida a HOLA. Durante la charla, también estuvo presente Coni y juntos describieron cada ambiente en los que suelen compartir sus días desde que se desató la pandemia de COVID-19. “La casa de mis abuelos era modesta, pequeña, de ladrillo y le fueron anexando partes… Primero una despensa donde guardaban las conservas caseras, después un garaje y finalmente un galpón que mi abuelo, obrero metalúrgico, usaba como taller. Nunca vi que cambiaran una silla, aprovechaban todo. Así me crié, por eso en la decoración valoro lo sentimental sobre la estética”, destacó.
Hace cinco años que Fantino se instaló en esta lujosa mansión de dos plantas. Lo más llamativo de su diseño -en forma de herradura- es como el living se funde con la galería para que convivan orgánicamente el interior y el exterior a partir de unos enormes ventanales. En tanto, las paredes del frente están recubiertas por un pintoresco trabajo que mezcla piedra con ladrillo, que recuerda un poco a las casas sicilianas que se pueden ver en algunas escenas de El Padrino. Además, como no podía ser de otra manera, también hay una enorme piscina.
En lo que respecta a las habitaciones, la pareja tiene cuartos personales para desarrollar sus pasiones. El conductor posee una oficina decorada con juguetes de su infancia, merchandising de sus películas favoritas, y todos los Martín Fierro que levantó durante su carrera, pero también pasa gran parte de su tiempo en un lugar un poco más austero: la sala de lectura.
Por otra parte, hay un cuarto muy especial al que proyectan como la habitación de su hijo. “A mi hijo (Nahuel) lo conocí cuando él tenía 11 años. Pudimos recuperar el tiempo perdido y sanar heridas, pero no viví el cambiar pañales y me seduce. Me encantaría volver a ser padre”, explicó.
Curiosamente, a diferencia de lo que hizo en otras relaciones, el periodista comparte la suite principal con su novia. “Es de público conocimiento que Ale dormía en cuartos separados con parejas anteriores, pero para mí eso no es negociable. Cuando no dormimos juntos es porque no estamos bajo el mismo techo. En la casa, como es tan grande, me armé mi sector y tengo un cuarto donde me maquillo y lo uso para sacarme fotos. Pero ahí no llegué a dormir ni la siesta.”, reveló Coni.
Otro de los espacios que se destaca es su vestidor; un espacio con muebles a medida donde el periodista guarda toda su indumentaria y decenas de zapatos. Como centro de este habitación contigua a la suite principal se destaca un estante donde guarda su ropa deportiva.
Quizás lo más llamativo sea el altar que el periodista tiene en el hall del segundo piso. “Antes de irme a trabajar paso y agradezco lo que tengo. Soy católico, pero el hecho de creer acríticamente no me pasa. Tengo una visión parecida a la de Baruch Spinoza que consideraba que Dios estaba en la naturaleza misma, en todos lados…”, explicó en tono reflexivo.
Con informaación de TN- Fotos Revista HOLA