Se suma otra iniciativa que apunta a que Nordelta sea una ciudad más sustentable.
La Asociación Vecinal Nordelta informa que el uso de bicicletas sigue extendiéndose en la ciudad. Ahora el barrio Yacht incorporó 20 rodados para uso compartido, buscando facilitar así el transporte dentro del propio barrio. Y ya hay otras asociaciones barriales que analizan sistemas parecidos.
La distancia entre la puerta de entrada de los barrios y muchas de las casas, en Nordelta, puede medirse en kilómetros. Eso representa una complejidad para quienes se mueven en transporte público que los deja en el acceso.
Con el sistema de bicicletas comunitarias, la persona que ingresa al barrio puede tomar una, ir hasta la vivienda a la que se dirige, y devolverla al salir. Los principales usuarios en los que se piensa son visitas, personal doméstico, vecinos menores de edad.
Los propietarios también pueden usarlas para hacer un paseo dentro del barrio.
El Yacht incorporó en esta etapa 20 rodados. El requisito clave es que no se puede sacarlas afuera del barrio. Y por la cantidad que han incorporado, por el momento no las puede usar el personal de obras registrado.
El Golf avanza en la misma dirección: ya compró bicicletas para armar un sistema similar, aunque todavía no están en funcionamiento. Y hay otros barrios nordelteños que siguen la iniciativa de cerca analizando implementar también su propio régimen de bicicletas comunitarias.
Estas bicicletas funcionan con un sistema similar a las 270 que AVN tiene para uso comunitario, que están ubicadas principalmente en Acceso Benavídez y en Acceso Norte (Centro Comercial), facilitando la circulación de quienes vienen a la ciudad en transporte público.
La utilización de bicicletas como medio de transporte viene creciendo en todo el país, sobre todo a partir de las restricciones al transporte que implicó la pandemia y a la creciente tendencia a una vida más sana y sustentable.
En esa línea, en Nordelta se comenzó a construir una red de ciclovías que conecten los principales puntos de la ciudad.
En el caso de las bicicletas comunitarias, AVN desarrolló un protocolo que los barrios pueden aplicar en sus propios sistemas, y que implica entre otros puntos que quien las use debe firmar -por única vez- una declaración jurada dejando exenta a la Asociación Civil barrial de responsabilidad en caso de accidente y comprometiéndose a respetar las normas de tránsito y a devolver el rodado en buen estado, como lo recibió.
Teniendo en cuenta el uso que están teniendo los rodados y la cantidad de casas habitadas y de gente que ingresa diariamente al barrio, en Yacht ya están evaluando ampliar la cantidad de bicicletas comunitarias.
Otra iniciativa que apunta a una ciudad más sustentable.
Fuente: AVN