Los temporales fuertes se hacen más frecuentes. Cuando eso sucede, José Echegaray y un equipo de Operaciones trabaja bajo la lluvia para evitar inundaciones o daño en la Ciudad.
Diversos informes que analizan las variaciones climáticas advierten que los fenómenos de tormentas fuertes, que combinan la caída de grandes cantidades de agua en poco tiempo con ráfagas de viento, son cada vez más frecuentes. Estos fenómenos climáticos impactan de manera particular en Nordelta, ya que se trata de una Ciudad con mayoría de construcciones bajas y una gran cantidad de árboles y arbustos. AVN cuenta con un equipo que se encuentra preparado para intervenir en estas situaciones. José Echegaray forma parte de esa cuadrilla.
Cuando el Servicio Meteorológico Nacional emite una alerta por tormentas fuertes, José y el resto del equipo saben que es muy probable que deban intervenir. En la Central de Monitoreo se reciben las solicitudes y se derivan rápidamente para que la cuadrilla se haga presente en el lugar.
¨Nosotros trabajamos en medio de la tormenta para que el vecino, al momento de salir de su casa, pueda circular de manera segura¨, señala José Echegaray.
¨El llamado de la Central puede ser por diversos motivos: caída de árboles y ramas, rotura de vidrios, anegamiento de sumideros, caída de cartelería vial, voladura de lucarnas, residuos desparramados por caída de cestos y contenedores. Esos suelen ser los más frecuentes¨, agrega José.
Una de las situaciones más comunes en esta época del año es el anegamiento de las bocas de tormenta, producto de la gran cantidad de hojas que caen de los árboles. José explica que ¨en ese caso acudimos al lugar con ganchos, palas y rastrillos. Quitamos del lugar las hojas para permitir que drene el agua, y ponemos todo en bolsas de residuos para evitar que se vuelvan a acumular. ¨
Los fuertes vientos suelen arrastrar ramas caídas o carteles que impiden la circulación segura tanto por las avenidas de la ciudad como en las calles internas de los barrios. Ante esas situaciones los miembros de la cuadrilla colocan conos para señalizar la zona, mientras trabajan en la remoción de todo aquello que interrumpa el paso.
Otro efecto derivado de las tormentas fuertes se produce en zonas cercanas a las bocas pluviales. La presión del agua daña el asfalto, produciendo algunos baches. En esas ocasiones, la tarea de José y sus compañeros cobra relevancia una vez finalizada la lluvia. Intervienen la zona afectada con asfalto frío para nivelar el piso y que la circulación de los vehículos sea totalmente segura.
La silenciosa tarea de José y sus compañeros es fundamental para que cada nordelteño disfrute la Ciudad sin riesgos.