Lo Último

Nordelta: Juana Diez y la Fundación Nordelta impulsan el upcycling para transformar ropa usada en moda con identidad

En Nordelta, la Fundación Nordelta acompaña el proyecto de la diseñadora Juana Diez, que propone dar una segunda vida a las prendas en desuso a través del upcycling, una técnica que combina conciencia ambiental, creatividad y oportunidades laborales.

Juana, creadora de la marca que lleva su nombre, explica que su propuesta se basa en un concepto simple pero poderoso: “darle nueva vida a lo que ya no se usa, cuidando el planeta y creando prendas originales, para quienes buscan estilo con identidad”. Cada prenda, asegura, tiene historia, trabajo y amor.

El upcycling consiste en intervenir una prenda ya existente para transformarla en una pieza con mayor valor y nuevo uso, a diferencia del reciclaje tradicional, que desintegra el material. “Lo que hago es intervenir prendas que ya no tenían vida útil para que vuelvan a ser cancheras y actuales. Mucha gente piensa que el reciclaje de ropa es algo improvisado o poco estético, pero yo busco que estas piezas estén a la moda y sean usables”, señala.

En ese camino, Juana colabora con la Fundación Nordelta para intervenir ropa que llegaba como donación, pero que no podía volver a usarse en su estado original. En uno de los talleres se encontraron, por ejemplo, con gran cantidad de sacos de traje en desuso. “Lo que hicimos fue intervenir esos sacos con otras telas, puntillas y materiales que había en la fundación. Así logramos piezas más actuales y con valor, que pudieron venderse en lugar de quedar guardadas o tiradas”, explica.

Su método parte de detectar qué prendas se descartan más y qué tendencias marcan la demanda actual. En ese sentido, los chupines —un clásico que cayó en desuso— son un buen ejemplo: “Hay muchísimos chupines que la gente deja de usar. Lo que hago es ensancharlos con corbatas, con otros jeans o telas, y transformarlos en pantalones que vuelven a estar de moda”.

La iniciativa no solo rescata prendas, sino que también genera un impacto social directo: abre oportunidades laborales a partir de la capacitación en diseño y costura, a la vez que fomenta un consumo más responsable.

Desde la Fundación Nordelta destacaron el valor de este trabajo: “En lugar de desechar la ropa, la transformamos. A través del upcycling le damos una segunda vida a cada prenda, convirtiéndola en una oportunidad real. Así cuidamos el ambiente y generamos oportunidades laborales genuinas para la comunidad”.

Con creatividad y compromiso, Juana Diez y la Fundación Nordelta demuestran que es posible unir moda, sustentabilidad y desarrollo social en un mismo proyecto.

- Publicidad -