Un millar de termos falsificados de la marca Stanley fue incautado en un operativo de la División Antifraude de la Policía Federal. La investigación, que comenzó con una denuncia de Parallel SA, representante de la marca en el país, incluyó allanamientos en el exclusivo barrio privado de Barrancas del Lago, en Nordelta.
Sin detenciones confirmadas, también se allanaron locales comerciales en Villa Urquiza, en la Ciudad de Buenos Aires, y en Villa Adelina, en San Isidro. Allí se secuestraron más de mil productos que, según especialistas sanitarios, podrían representar serios riesgos para la salud de los consumidores.
A través de la denuncia presentada, se identificó una red de comercialización de termos falsificados que se infiltró incluso en barrios exclusivos, afectando a consumidores y empresas locales.
El operativo, llevado a cabo bajo las órdenes del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional de San Isidro, dejó en evidencia un mercado de productos falsificados que opera en varias zonas del país. La denuncia fue impulsada por los abogados Sebastián Basualdo y Ángel Fabián Berthet, especialistas en infracciones a las leyes marcarias.
Según un informe técnico elaborado por Elda Cargnel, jefa de la Unidad de Toxicología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, los termos falsificados pueden contener materiales no aptos para el contacto con alimentos, como aceros que no cumplen con los estándares de seguridad. Estos productos presentan impurezas que se liberan al líquido, lo que podría causar afecciones graves a la salud.
“La cantidad de termos truchos dando vueltas es incalculable”, advirtió una fuente vinculada a la investigación. “Están haciendo un daño enorme, no solo a los fabricantes locales, sino también a los consumidores, que muchas veces desconocen los riesgos”.
En los últimos meses, se secuestraron casi 10.000 termos falsificados de distintas marcas en todo el país, y las causas judiciales siguen en aumento.