Un corredor biológico es una franja que conecta hábitats fragmentados y permite el desplazamiento de fauna y flora, garantizando el flujo genético y la continuidad de los procesos ecológicos. En Nordelta, el proyecto sobre el arroyo Las Tunas busca justamente eso: mejorar el hábitat de la fauna silvestre —con especial foco en los carpinchos— y, al mismo tiempo, favorecer la convivencia con los vecinos.
Con la plantación de 90 árboles y 700 gramíneas comenzó una nueva etapa en la creación de un corredor de 50 hectáreas a lo largo de los 5 kilómetros del arroyo dentro de la Ciudad, conectando espacios verdes desde la zona de los colegios hasta la desembocadura en el Canal Aliviador del Río Reconquista.
En esta fase se incorporan refugios para carpinchos cada 500 metros y rampas de acceso al agua cada 20 metros, intervenciones que buscan facilitar la circulación segura de los animales y reducir riesgos en sus desplazamientos.
El plan también contempla la mejora de la calidad del agua, con una obra a la altura del Acceso Bancalari que separará basura y residuos contaminantes que bajan desde aguas arriba. Esto responde a cuestionamientos de vecinos en redes sociales sobre la suciedad del arroyo.
Desde la Asociación Vecinal Nordelta (AVN) explicaron que el Plan de Manejo aprobado por Flora y Fauna tiene dos objetivos centrales: generar más habitabilidad del espacio para los carpinchos y mejorar la convivencia con los vecinos, y moderar la tasa de crecimiento poblacional de estos animales —que llegó a superar el 100% anual— a través de un plan de vacunación. En este sentido, se prevé incorporar una vacuna de dosis única que reduzca el impacto y el estrés en la población, con igual o mayor efectividad que la actual de dos dosis.
Cabe recordar que la construcción de un corredor biológico era uno de los principales reclamos de organizaciones ambientalistas, que ya en 2022 habían plantado árboles y sembrado pasto en zonas del arroyo. Ahora, el proyecto gana dinamismo como parte del Plan de Manejo de la población de carpinchos aprobado por la Dirección de Flora y Fauna, y representa un paso clave para equilibrar la vida urbana con la biodiversidad del Delta.