Stella Ruzzi de Borchardt es pintora y escultora, tiene 68 años, 5 hijos, 6 nietos y uno más por venir. Cuando tiempo atrás vivía en San Isidro, colaboraba en Caritas porque desde entonces siempre estuvo interesada en hacer tareas de caridad: “Me hace bien sentir que devuelvo algo a la sociedad de lo que yo recibo”.
Es por eso que cuando se mudó a Nordelta, hace casi 10 años, tuvo la necesidad de encontrar un espacio, más cercano, donde poder continuar su labor colaborativa social. Se acercó así a las acciones y programas que lleva adelante Fundación Nordelta.
Comenzó primero arreglando ropa y se unió luego al acompañamiento de becas, acompañando a una joven en su trayectoria educativa: “Acompañar es una experiencia enriquecedora, me encanta aconsejar, poder dar apoyo, encontrando del otro lado gente que se siente de esta manera querida y no excluida, siendo que viven en una realidad tan triste”.
Hoy se encuentra pronta a comenzar su tercer acompañamiento: “Me siento útil por mi experiencia de ser madre y abuela, con lo que aprendí siento que puedo ayudar”.
Además Stella colabora en las ferias que se realizan y, como su fuerte es las artes, le solicitan que repare juguetes y muñecas que son donadas: “me encanta colaborar, por lo que me hacen un favor cada vez que solicitan mi ayuda”.
Junto a Avelina, Stella es, a su vez, representante en su barrio Cabos del Lago, comunicando entre los vecinos las acciones realizadas por Fundación Nordelta y convocando a que quienes puedan colaborar con las mismas, por ejemplo en la colecta de cajas navideñas.
Stella invita las vecinas y a los vecinos a sumarse, acercándose a la Fundación Nordelta: “Necesitamos manos, manos para acompañar a los chicos, manos para ordenar y trasladar ropa, manos para arreglar juguetes, y manos para mucho más”
