Vecinos de un barrio náutico de Tigre comenzaron una campaña para solicitar la expulsión de un residente condenado en primera y segunda instancia por abuso sexual agravado contra su propio hijo de cuatro años.
La situación se conoció cuando algunos habitantes detectaron que el condenado figura como titular de dos lotes en el barrio, lo que generó un fuerte rechazo y un pedido colectivo para que se lo excluya de la comunidad.
La condena fue dictada en 2023 por el Tribunal Oral N°21 de la Ciudad de Buenos Aires, y luego ratificada por la Cámara de Casación porteña, que lo encontró culpable de abuso sexual agravado por haber implicado un sometimiento gravemente ultrajante y por su condición de ascendiente de la víctima. Según consta en la causa, los hechos ocurrieron entre 2014 y 2015 y se habrían reiterado en distintas oportunidades.
La propiedad del condenado ocupa dos lotes con salida a un canal que conecta con el río Luján y fue escenario de una fiesta reciente, hecho que intensificó la indignación de los vecinos, en su mayoría familias con hijos en edad escolar. Desde entonces, impulsan distintas acciones internas para lograr que el condenado no continúe residiendo en el lugar.
