El miercoles 3 de febrero pasado se generó gran expectativa por un felino de gran tamaño que fue atropellado en el Corredor Bancalari.
Adjuntamos el informe de la Fundacion Azara al respecto:
Tigre, 6 de febrero de 2021
Ref: Atropellamiento de gato montés (Leopardus geoffroyi) en Corredor Bancalari – Benavidez, Tigre.
El día 3 de febrero de 2021 y debido a numerosos llamados de vecinos alertando sobre la presencia de un felino de gran tamaño que apareció arrollado en el Corredor Bancalari – Benavidez, el Médico Veterinario Daniel Provenzano, MP 4846, se presenta en el lugar y constata que: “el citado felino se trata de un ejemplar hembra, variedad moteado, de gato montés (Leopardus geoffroyi). El gran volumen del cuerpo responde a que era un individuo adulto en lactación, hinchado por los gases de descomposición ya que estaba allí desde 24 h antes”.
Esta especie perteneciente a nuestra fauna autóctona es habitante habitual de estos parajes desde antes que los humanos lo hubieran siquiera pisado.
Su tamaño es similar a un gato doméstico robusto. Su peso oscila entre los 2,5 y 8 kg. Su alzada es de 20 a 35 cm y el largo de su cuerpo desde la cabeza a la base de su cola se encuentra entre los 48 a 74 cm.
Su pelaje es bayo, amarillento o grisáceo con numerosas manchas elípticas negras que se transforman en líneas negras en los laterales y dorso del cuello. Las orejas son negras en su parte posterior con un punto central blanco. Presenta bandas transversales en las patas y anillos completos e incompletos en la cola. La variedad más común en nuestra zona es la melánica (negro) y es muy fácil confundirlo con un gato doméstico.
Es un animal de hábitos nocturnos y elusivos, por lo cual difícilmente son vistos. Durante el día descansan en vegetación densa a nivel del suelo, o en cavidades de árboles. Se alimentan de peces, anfibios, reptiles, aves y micromamíferos (liebres, roedores). Habita pastizales, arbustales áridos y arboledas, evitando áreas abiertas, prefiere vegetación densa.
No representa peligro alguno para las personas y animales domésticos con excepción de las aves de corral de las que es un habitual predador.
Son relevados con cámaras trampa en forma habitual en todo el Delta de Tigre (se reportan sistemáticamente en los relevamientos de biodiversidad del Observatorio Ambiental del Delta de Tigre).
Asimismo, en Nordelta también se estudia su presencia a través de cámaras trampa y se trata de dilucidar su rol en el control de roedores como el carpincho (Hydrochaeris hydrochaerus) y el coipo (Myocastor coypus). Está en marcha un proyecto para vigilar sus desplazamientos mediante radiocollares.
Su Categoría Nacional de Conservación (2019) es Preocupación Menor. Si bien es el felino más común del sur de Sudamérica, en algunas regiones su número parece haber disminuido, debido a la presión de caza y o la destrucción del hábitat. También es atropellado con frecuencia en rutas y caminos secundarios y sufre el acoso de los perros.
Es el único felino que posee la mayor parte de su distribución en la Argentina, por lo que los esfuerzos en su estudio y conservación en nuestro país pueden contribuir sustancialmente a su conservación global.