Lo Último

De Las Tunas a la Universidad: Lourdes Molina, un ejemplo de superación y apoyo comunitario.

Lourdes Molina, con 19 años y oriunda de Las Tunas, está cumpliendo su sueño de estudiar Administración y Negocios en la Universidad de San Isidro (USI), gracias al apoyo de la Fundación María de Guadalupe y el Programa de Responsabilidad Social de la Comunidad (RSC) de AVN.

Desde pequeña, Lourdes fue parte del Colegio María de Guadalupe, institución que marcó su vida con sus valores y acompañamiento constante. “Desde los 6 años que voy al colegio, me sentí muy bien, conocí gente maravillosa que me apoyó en primaria y secundaria. La Fundación es un lugar donde se nota el amor por lo que hacen”, comenta la joven, quien destaca el valor de la institución que la ha acompañado durante su formación académica y personal.

Al finalizar la secundaria, Lourdes pudo acceder a los programas de empleabilidad impulsados por el RSC de AVN, destinados a jóvenes de familias con necesidades de barrios cercanos a Nordelta. Ella vive en un hogar monoparental, con su madre y dos hermanos menores. “Mi mamá trabaja en un comedor y es el sustento con el que vivimos. Mi objetivo siempre fue estudiar y cambiar el futuro mío y el de mi familia, cueste lo que cueste”, afirma con determinación.

La vida universitaria para Lourdes fue un desafío, en especial por la distancia entre su hogar y la USI, lo que le lleva dos horas en colectivo. Además, la falta de espacio para estudiar en casa fue otro obstáculo que pudo superar al recurrir al Colegio María de Guadalupe y las instalaciones de la universidad. Sin embargo, se siente feliz por la oportunidad que le ha brindado la beca de la Fundación: “Nunca me imaginé estudiar en una universidad privada. Gracias a la Fundación, obtuve la beca que me permitió seguir mis estudios. El primer año fue difícil, pero amo lo que hago y tengo un vínculo muy bueno con mis compañeros”, explica.

El apoyo emocional y académico ha sido clave en su camino. Lourdes recuerda con cariño el acompañamiento de sus maestras cuando atravesaba momentos difíciles: “Cuando tenía 13 años, me internaron en el hospital por problemas emocionales, y cuando conté los abusos que sufrí, mis maestras me visitaron y se interesaron por mí. Ese gesto siempre lo recordaré. Mi vínculo con el colegio es enorme, son mi segunda familia”, cuenta emocionada.

El trabajo de la Fundación María de Guadalupe ha sido fundamental en el desarrollo académico y personal de Lourdes, y el programa de mentorías de AVN ha jugado un papel importante en el seguimiento y apoyo continuo.

Entre 2022 y 2024, más de 300 jóvenes de la región participaron de los planes de capacitación del RSC de AVN, junto con otras fundaciones como Nordelta, Forge y Empujar. Lourdes Molina es solo uno de los ejemplos de cómo la educación y el acompañamiento pueden transformar vidas.

- Advertisement -