Lo Último

El camino de Emiliano: del esfuerzo familiar a la universidad con una beca

El acceso a la educación superior es un desafío para muchos jóvenes en situación de vulnerabilidad. Sin embargo, con el acompañamiento de sus familias y el respaldo de programas como el PAD (Programa de Acompañamiento al Niño con Discapacidad y su Familia) y las becas de Fundación Nordelta, cada vez más chicos logran superar obstáculos y abrirse camino en el ámbito universitario

Emiliano es uno de esos jóvenes que, gracias a una beca, puede enfocarse en su carrera de Administración sin la presión de los gastos universitarios. “Esta ayuda me ha dado una tranquilidad invaluable, permitiéndome disfrutar del proceso de aprendizaje y sentirme libre para dedicarme por completo a mi carrera“, expresó con gratitud.

Su mamá, Zulma, también destaca el impacto del apoyo recibido. Emiliano, su hijo de 19 años, obtuvo audífonos a través de Fundación Nordelta y logró acceder a la universidad. “Sentí una gran emoción al notar que Emy podía escuchar justo cuando comenzaba la universidad en San Isidro”, contó emocionada. “Estoy segura de que estos estudios le abrirán puertas en el futuro. Me enorgullece que pueda estudiar lo que le gusta, porque yo no tuve esa oportunidad.”

Estos testimonios reflejan el trabajo de Fundación Nordelta en la creación de oportunidades para jóvenes con talento y determinación. A través de becas y tutorías personalizadas, en alianza con otras organizaciones como CILSA y Banco Galicia, se brinda apoyo para que puedan cursar carreras en universidades públicas.

Pero el esfuerzo no es solo de ellos: el PAD acompaña a las familias de niños con discapacidad, fortaleciendo su capacidad para sostener y transitar este camino. Con reuniones mensuales y el apoyo de profesionales, madres y padres reciben contención y herramientas para la crianza y educación de sus hijos.

El compromiso de la comunidad también se hace visible en iniciativas como el Taller de Tejido Solidario. Allí, un grupo de tejedoras elabora muñecos que luego venden para financiar tratamientos de cinco niños y niñas que asisten al PAD. La participación en estas ferias solidarias no solo ayuda económicamente, sino que también refuerza los lazos comunitarios.

El impacto de estos programas se traduce en oportunidades reales para jóvenes como Emiliano, que, con el apoyo de sus familias y organizaciones comprometidas, pueden soñar con un futuro en el que la educación sea la llave para una vida mejor.

- Advertisement -