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BELLAGIO – Lombardía

Por Silvana Salvucci*

“Como están amigos lectores de La Troncal. Los invito a conocer un lugar tan mítico como Bellaggio. Amado por poetas, artistas y músicos. Seguramente algunos lo habrán conocido por Las Vegas, donde se inspiraron en el gran hotel Villa Serbelloni. Buen viaje”.

Se dice de Bellagio que es uno de los pueblos más bellos de Italia. Amado por artistas, músicos, poetas y escritores y también por mí.

Desde Menaggio con mis dos primas, tomamos el ferry para cruzar a la otra orilla. Hacía un calor sofocante y amenazaba tormenta.
Esta es la tercera o cuarta vez que vengo, a medida que pasan los años aumenta la afluencia de turistas. En esta oportunidad había demasiados.

Se llega al embarcadero para todo tipo de embarcaciones y de allí a la preciosa plaza con pórticos, de elegantes cafés, negocios de joyas, antigüedades, con vista a la otra orilla de Menaggio y Tremezzo.
Dan ganas de parar en cuanto bar o café  se encuentra. Son todos encantadores, llenos de flores, geranios y perfumadas lilas, además del aroma del café y las masas, sobre todo considerando que todo es en subida y que un descanso no viene mal.

Dejando un poco atrás la zona comercial y restaurantes se llega a la iglesia de San Giacomo, de estilo románico, con un hermoso púlpito. Hacía tanto calor que nos quedamos un rato en la iglesia, de paso recé un poco, que nunca hace mal. La iglesia merece verla.

Esta pequeña ciudad cuenta con algunas bellas residencias, como Villa Melzi, lugar preferido de Lizt, y Villa Serbelloni. Sus salones tienen cielorraso con arcos o cassetonados, frescos, espejos y cristales. El parque es uno de los más bellos del lago.

En una oportunidad que vine desde Milán, me alojé tres días en el Hotel Villa Serbelloni, y les aseguro que me hicieron sentir una reina. Deberían haberme visto bajar por la escalinata con alfombra roja, grande arañas y espejos, y un conjunto de cuerdas que empezó a tocar la «Cumparsita».  A pesar de ser italiana, toda mi vida la trascurrí en la Argentina, la emoción me hizo derramar algunas lágrimas.

Se preguntarán como es que justo tocaron algo argentino, bueno verán, llegue un día miércoles, fuera de temporada, no había nadie en todo Bellaggio ni en el hotel. Mi pasaporte dice que vivo en Argentina y no había más que algún otro huésped. Valió la pena lo que costó. La cena en la terraza sobre el lago fue estupenda.

Aquí no necesitan un plano, piérdanse por las callecitas y vayan donde no se amontonan los turistas.

Hay muchos restaurantes y pizzerías, pueden preguntar a los locales donde comer o déjense llevar.

Bellaggio es un lugar delicioso en todos los sentidos, donde la belleza de la naturaleza esta realzada por la mano del hombre. Me acuerdo cuando fui a Las Vegas y habían inaugurado el hotel Bellaggio, decidí que la próxima vez que fuera a Italia me alojaría en el Hotel Villa Serbelloni. y conocería al que los había inspirado.

Volvimos a tomar el barco para cruzar con un tiempo horrible y llegamos a Gravedona lloviendo, pero no me importó porque, la belleza de lo visto  compensa todo.

Por Silvana Salvucci
Autora de Recorre Italia

Para saber salgo más de este lugar soñado pueden ingresar a los siguientes links: http://recorreitalia.com/bellagio/

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