Por Juan Pablo Firpo*
El acuerdo con este organismo financiero es fundamental para evitar caer en default, y para desterrar las posibilidades de tener un escenario de crisis e incertidumbre.
Un default con el FMI dispararía las expectativas de devaluación y agrandaría la brecha cambiaria entre el dólar oficial y los dólares alternativos impulsando aún más la inflación. Además, produciría una corrida sobre las reservas del Banco Central, de los depósitos en dólares y una corrida adicional de los depósitos en pesos.
En el funcionamiento de la economía real, un default con el FMI cortaría todo tipo de financiamiento en dólares no solamente para las empresas en término financiero, con la posibilidad de colocar deuda en el exterior sino de crédito comercial. Por ejemplo, para importar un tornillo habría que pagarlo en efectivo inmediatamente, también se verían perjudicadas las empresas que tienen que realizar grandes inversiones ya que necesitan acceder al crédito, por ende, eso generaría una restricción muy grande de divisas y de importaciones que provocaría no solamente un desabastecimiento en muchos sectores de la economía, sino también una nueva recesión.
Asimismo, un acuerdo a principio de año generaría que las expectativas del 2022 sobre el crecimiento del PBI no decaigan en el tiempo. Por todo esto, llegar a un acuerdo con la entidad financiera es sumamente importante.
A partir de marzo 2022, Argentina debe pagarle al FMI un vencimiento de 2.821 millones de dólares. Ya en diciembre 2021, el país abonó una suma de 1.858 millones de dólares con los derechos especiales de giro que el propio fondo había enviado a la Argentina en agosto.
El presidente de la Nación, Alberto Fernández, y el ministro de Economía, Martín Guzmán, confían en acordar en marzo que es el mes en el que se debe abonar el primer pago grande de la deuda de 44.000 millones de dólares contraída con el FMI durante el gobierno de Mauricio Macri. Guzmán, en una entrevista con el diario español “El País” fue cauto, ya que nada está definido por el momento, pero sostuvo que están trabajando mucho al respecto: “Falta obtener todos los consensos internacionales que se necesitan para poder tener un acuerdo entre ambas partes” .
Es por eso, que un acuerdo con el FMI generaría que Argentina pueda iniciar un sendero de crecimiento y desarrollo sostenible en el tiempo. Cabe destacar, que nuestro país tuvo que afrontar una pandemia sin la posibilidad de acceder al crédito internacional y por eso, el gasto público por el Covid-19 se vio financiado mayoritariamente con emisión monetaria que se trasladó en una aceleración de la inflación.
El tiempo apremia pese a que las negociaciones están en marcha. El acuerdo debe cerrarse cuanto antes, ya que sino los intereses van a ser mayores y el gobierno tendrá que recortar aún más el presupuesto a otras áreas.
Por Juan Pablo Firpo – Estudiante de Periodismo – Vecino de Nordelta