Una de las productoras del proyecto sonríe mientras riega con un bidón viejo las primeras plantas de zapallo y de maíz que van saliendo.
Hace algunas semanas comenzó la milpa y junto con su familia está reforzando el cerco para que no entren los chivos como la otra vez. Trajo del monte unas plantitas nuevas de Chaguar que plantó para quitarles las ganas a los animales de meterse en el módulo alimentario.
En abril de 2021 comenzamos a desarrollar el proyecto Niyat con el objeto de fortalecer mujeres indígenas en nuevas formas de gobernanza local para el reconocimiento y el acceso a derechos. Trabajar en liderazgo indígena centrado en las mujeres es el desafío Niyat.
Este novedoso proyecto cuenta con la financiación de Unión Europea, el apoyo y seguimiento de Slow Food y es ejecutado por la Fundación Gran Chaco con su equipo de profesionales. Uno de sus ejes es la producción de alimentos para cubrir las necesidades básicas de las familias y procurar tener excedentes que puedan comercializarse y mejorar su situación socioeconómica.
A pesar de las limitaciones surgidas por la pandemia se fueron desarrollando talleres en formato virtual donde las familias de comunidades Wichi, Qom y Pilagá compartieron sus saberes junto a técnicos de la Fundación Gran Chaco y profesionales de Slow Food. De esta manera poco a poco con un complejo y comprometido apoyo en territorio se están armando módulos alimentarios en 3 provincias que a su vez serán el puntapié de partida para otras familias.
Los talleres se hicieron online ya que la situación de pandemia limitaba mucho nuestros movimientos. Algunas visitas se hicieron, y cuando no era posible, nos comunicábamos por mensajes.
Trabajamos en 7 talleres virtuales donde fuimos viendo como cultivar, como producir de manera agroecológica. Es muy enriquecedor compartir saberes, así como aprender de las familias que están en el campo y de los técnicos que vienen enfrentando las numerosas adversidades desde hace tiempo.
“Hace poco que empezamos a hacer nuestras huertas y creo que es importante porque acá en la comunidad donde vivimos no tenemos muchas verduras, llegan todas de fuera de nuestro territorio. Queremos que nuestras comunidades produzcan muchos alimentos, involucrando nuestras familias y recibiendo su apoyo”. – explica Norma Rodríguez, presidenta de la cooperativa, integrante del pueblo Wichí y beneficiaria del proyecto.
El componente Alimentario del proyecto Niyat hoy alcanza a cerca de 40 familias y llegará a 120 en los próximos 2 años. Cada familia es un núcleo multiplicador que apunta a llegar a 2400 familias en total a través de capacitaciones bajo diferentes formatos.
“Pensar en grande y comenzar chiquito” – dijo al inicio de los talleres Franco Herrera uno de los técnicos; lo tomamos como frase inspiradora, a lo que le agregamos con trabajo y a paso firme.
Por Claudio Jorge Leveratto y Victor Hugo Groppa