Conocé los secretos de los especialistas para aprovechar al máximo tu estufa a leña: tipos de leña, errores comunes y el paso a paso del encendido perfecto.
Con la llegada del frío, las estufas a leña vuelven a ser protagonistas del hogar
Estos sistemas de calefacción no solo aportan calidez natural, sino que también son una opción sustentable. Sin embargo, no toda la leña es igual, y elegir la adecuada puede marcar la diferencia entre un fuego duradero y uno que apenas prende.
Conocé los principales tipos de leña, sus ventajas y desventajas, y cómo encender tu estufa de forma segura y eficaz.
Tipos de leña: ¿cuál elegir?
1. Leña dura
Ejemplos: eucalipto colorado, quebracho, algarrobo, roble
Ventajas:
- Alta densidad: quema más lento y genera mayor calor.
- Ideal para mantener el fuego durante varias horas.
- Produce brasas duraderas.
Desventajas:
- Más difícil de encender.
- Requiere estar bien seca para rendir al máximo.
2. Leña blanda
Ejemplos: pino, álamo, sauce, fresno
Ventajas:
- Enciende rápidamente, ideal para iniciar el fuego.
- Generalmente más económica y liviana.
Desventajas:
- Se consume rápidamente, por lo que hay que reponerla seguido.
- Genera más hollín y puede ensuciar el tiraje si se usa en exceso.
3. Leña verde o húmeda
Recién cortada o mal estacionada
Desventajas:
- Mala combustión.
- Mucho humo y poco calor.
- Puede dañar el sistema de la estufa y generar creosota, un residuo inflamable.
Consejo: evitá este tipo de leña siempre.
¿Lo ideal? Una combinación inteligente: comenzá con leña blanda para encender, y una vez que tenés buena brasa, incorporá leña dura para mantener el calor por más tiempo.
Cómo encender correctamente la estufa a leña
Un buen encendido garantiza una combustión eficiente, menos humo y mayor confort. Acá, un paso a paso simple y efectivo:
- Chequeá el tiraje: asegurate de que el conducto de salida de humos esté totalmente abierto.
- Usá leña seca: bien estacionada, con al menos 6 meses de secado.
- Armá una base aireada: colocá papel o lana de madera y astillas pequeñas en forma de pirámide o cruz.
- Prendé desde arriba: aunque suene extraño, encender desde arriba permite una combustión más limpia y gradual.
- Agregá leña gradualmente: cuando haya buena llama, sumá piezas medianas y luego los leños grandes.
Consejo de especialista: evitá encendedores químicos, especialmente en interiores. Siempre es mejor optar por productos naturales o papel.
Conocer tu estufa y saber qué tipo de leña utilizar es tan importante como tener una buena técnica de encendido. Aprovechá el invierno con calidez, eficiencia y seguridad.